Comprender los desgarros del TFCC
Comprender el trasfondo de la lesión del complejo fibrocartílago triangular (TFCC) es crucial para un diagnóstico preciso y un tratamiento eficaz de las lesiones de muñeca, ya que desempeña un papel vital en la estabilización de la articulación de la muñeca. El conocimiento de la TFCC ayuda a adaptar los planes de tratamiento y las estrategias de rehabilitación para optimizar los resultados y prevenir las complicaciones a largo plazo de los desgarros o esguinces complejos de la TFCC.
¿Qué es la TFCC?
El TFCC, comúnmente conocido como menisco de la muñeca, sirve de amortiguador para determinadas articulaciones de la muñeca. Está formado por numerosos ligamentos que actúan como un cojín sobre el hueso cúbito, impidiendo la separación entre el cúbito y el radio. Además, incluye ligamentos como el ligamento ulnotriquetral, el ligamento ulnolunar y el extensor cubital del carpo (ECU), lo que la convierte en una estructura compleja.
Lea más sobre el TFCC o vaya directamente a la prueba de carga para saber cómo comprobar si su lesión está relacionada con el TFCC.
El TFCC actúa como estabilizador primario de la muñeca, proporcionando apoyo durante actividades como agarrar, soportar peso y rotar la muñeca. Evita que los huesos radio y cúbito se separen incómodamente en la articulación radiocubital distal. El radio soporta el 80% y el cúbito el 20% de la carga axial. En la animación, las secciones coloreadas representan los distintos componentes del TFCC.
Entre los signos y síntomas habituales de un desgarro del TFCC se incluyen:
- Dolor focalizado en el lado cubital (meñique) de la muñeca.
- Aumento del dolor durante movimientos básicos de agarre y rotación, como abrir puertas o utilizar un abrelatas.
- Normalmente, no se observa hinchazón.
- Algunos pacientes pueden experimentar chasquidos, chasquidos o crujidos (crepitación), aunque no todos.
- Dolor durante las actividades en las que se soporta peso.
- Sensación de inestabilidad en la muñeca.
Los desgarros del TFCC no suelen provocar pérdida de movimiento ni inflamación. Sin embargo, puede producirse hinchazón si hay una fractura u otra lesión acompañante.
Los desgarros del TFCC pueden producirse debido a movimientos de rotación, como la hiperrotación al utilizar un taladro, la carga excesiva de peso o la caída sobre una mano extendida con la palma hacia abajo. También pueden ser consecuencia de lesiones traumáticas, como un golpe directo en la muñeca.
Los síntomas de las roturas del TFCC pueden incluir dolor, hinchazón y sensibilidad en la muñeca, junto con una disminución de la fuerza de agarre, dificultad para realizar determinadas actividades y una sensación de chasquido o estallido en la muñeca. En algunos casos, un desgarro del TFCC puede hacer que la articulación ceda, dificultando el movimiento de la muñeca.
Un diagnóstico concluyente de una rotura del TFCC tiene en cuenta los antecedentes del paciente, el mecanismo de la lesión y los resultados de las pruebas de imagen. Aunque las resonancias magnéticas pueden ser útiles, no siempre son del todo precisas.
Las radiografías no son especialmente eficaces para identificar las roturas del TFCC, pero son cruciales para descartar otras lesiones que puedan causar dolor en el lado cubital de la muñeca.
Es aconsejable que consulte a su médico para que le remita a un especialista en manos, aunque este proceso puede tardar entre 1 y 3 semanas dependiendo de su ubicación. Acudir a un especialista puede agilizar el proceso de diagnóstico y tratamiento, ahorrándole tiempo y esfuerzo.
Los estudios de mercado indican que casi el 50% de las personas mayores de 65 años tenían desgarros del TFCC, mientras que el 27% de los pacientes menores de 30 años que buscaban tratamiento para lesiones de muñeca presentaban desgarros del TFCC.
Un reciente estudio retrospectivo a pequeña escala reveló que el 38,9% de los individuos con artritis reumatoide grave desarrollaron desgarros del TFCC.
Tras el diagnóstico de un desgarro del TFCC, las opciones típicas de tratamiento no quirúrgico suelen incluir:
- Entablillado (con yeso o férulas desmontables)
- Modificación de actividades (como descansar la muñeca afectada)
- Medicamentos antiinflamatorios
- Inyecciones de corticosteroides
- Fisioterapia
- Aplicación de hielo y calor